Ayer soñé no con los sueños de mi misión, sino con aquéllos personales que atormentan mi espíritu en mis momentos de soledad. La guerra en mí nunca termina... las noches se asemejan a un campo de batalla entre lo que vivo y lo que quisiera vivir.
Una vez más suspiro. No disistiré. No, nunca.
Una vez más suspiro. No disistiré. No, nunca.
1 comment:
Para que no digas que no pongo comments, pero qué puedo decir, escribes precioso, tan sólo lo que tu alma, tu corazón siente, y tal cual lo siente, y lo mejor de eso es que de esa manera muchas veces los demás podemos identificarnos con eso, contigo... Eres un ser maravilloso... Felicidades!
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